Ir al contenido principal

La leyenda de la Duquesa Victoria

Gilberto empezó a caminar por toda la acera con dirección hacia el parque, esa tarde estaba destinada a escalar colina arriba hasta llegar al sendero que se extiende por todo el norte de Doroty. Aquel parque no era como cualquier otro, había una leyenda un tanto trágica pero llena de magia envuelta por el amor de aquella pareja que desapareció del pueblo una tarde lluviosa. La leyenda trataba sobre dos enamorados perseguidos por el pueblo. La chica era una duquesa hermosa pero odiada por sus habilidades de hechicería. En ese entonces la cacería de las brujas se dio en aquel rincón del mundo haciendo que aquel joven huyera con su amada para siempre, sin señas ni rastros de su existencia.

Colina arriba se encontraba un enorme árbol frondoso y lleno de vida. Una de sus ramas en las altura se enroscaba entre ella misma haciendo un circulo, todos decían que era el umbral por el que habían escapado aquellos enamorados hacia otro mundo. Gilberto distaba de creer en aquellas leyendas, pero esa tarde como la de todos los fines de semana apresuraba su camino para ver el atardecer y el nacer de la noche. Ese día  era especial, esperaba ver la luna de sangre prometida.

Durante un rato nada extraño paso, la luna sin duda era hermosa, una gigantesca esfera radiante rojiza ilumino la noche bañada entre luces parpadeantes de estrellas lejanas que lo único que hacían era embellecer más aquel espectáculo natural. Aun no era media noche pero Gilberto decidió caminar hacia el pueblo.

El parque en realidad era un bosque protegido. Durante su trayecto por el, empezó a sentir que su mochila pesaba más con cada paso quedaba de regreso al pueblo. Para él, esto era extraño, lo único que llevaba dentro era su lámpara que no había requerido utilizarla, una botella de agua, sus auriculares, una cámara fotográfica y su reloj de bolsillo. Durante unos minutos pensó que el cansancio se estaba apoderando de él y el peso en realidad era sus ganas de tocar su cama y dormir. Sabía que para bajar al pueblo necesitaba dos horas de trayecto pero era casi imposible no darse cuenta que había pasado tres o cuatro veces por el mismo sitio durante la noche.

Unas nubes grises empezaron a cubrir la luna y la luz que yacía en el cielo se opacó. Estiro sus manos para tomar la mochila que tenía en la espalda y sacar la linterna que cargaba pero repentina fue su sorpresa  cuando una fuerza invisible jalo de ella alzándolo por los aires.  Empezó a gritar con fuerza pero parecía que una hormiga haría más ruido que él. En las alturas, ya por encima de los árboles, veía solo las sombras negras de ellos. El temor se apodero de el cuando el frío empezó a penetrar su ropa y a tocar su piel. Estaba entre las nubes grises que cubrían la luna sostenido por nada. Sus gritos no se escuchaban pues en realidad el sonido de su voz era inexistente en ese momento. Al descender de las nubes pudo observar que el bosque ya no estaba, había sido sustituido por un enorme valle iluminado por la luna y adornado por un largo velo de agua que caía de una de las montañas más cercanas.

Levanto la mirada y apenas pudo ver a una mujer con un extraño vestido rojo, Tan extraño que sus piernas se veían en el aire por los cortes que tenía. Solo cubría hasta por debajo de sus pechos dejando a estos descubiertos. Estaban a punto de tocar el suelo y ya podía observar que se encontraba una persona más esperando a la mujer. La persona que lo sostenía  soltó a Gilberto a unos escasos metros del suelo. Gran parte de su pantalón se rasgaron en la caída ocasionando también un fuerte golpe en la cabeza que inmediatamente empezó a brotar sangre.  Cuando levanto la mirada vio que la mujer que lo trajo por los cielos tenía una belleza irreal por la que todo hombre se volvería loco. El joven que los esperaba y la mujer se fundaron en un abrazo acompañado de un largo beso.

Gilberto estaba mirando a su alrededor buscando una manera de escapar, correr y perderse entre el valle pero algo le decía que era imposible escapar de aquellas personas. Aquel extraño hombre se dirigió al recién llegado. El joven quiso huir pero sus piernas no respondían, estaban impasibles, quietas y con fuerzas solo para mantenerse de pie. La mirada de estos dos se cruzó y penetraron el alma. Gilberto sintió de repente la necesidad de acercarse a aquel hombre que bajo la luz de la luna mostraba una belleza magistral, una cabellera negra que contrastaban sus pequeños ojos y su mirada hipnotizadora azulada. Su rostro era perfecto, tan perfecto y masculino como la de él.

La joven mujer se acercó a Gilberto y a Abraham. Se colocó en medio de los dos y los miraba en un baile de seducción. Gilberto no resistía las ganas de besar a Abraham pero ahora la mirada también se centraba en las de Victoria. Sus ganas y fuerzas de poseerlos eran tan fuertes que en un desesperado intento por acercarse más a ellos empezó a gritar con locura. Abraham y Victoria se echaron a reírse y volvieron a fundarse en un beso apasionado. El joven empezó a llorar y cayó al suelo arrodillado ante los besos insoportables que se daban los dos extraños seres.  De rodillas pudo ver ya no solo los ojos cautivadores de ellos, observo que Abraham estaba completamente desnudo cubierto solo por unas cadenas de plata que caían sobre su pecho. Abraham seguía siendo perfecto no solo en rostro sino también en cuerpo.

Gilberto jamás había tenido interés por un hombre, siempre había sido mujeriego y aunque le gustaban las cosas extremas, jamás había estado involucrado con alguien de su mismo sexo.  Esa noche era diferente,  no solo sentía atracción por la chica, aquel hombre lo había hipnotizado y quería saciar sus ansias con ambos. 

Abraham camino por detrás del joven, tomo una de sus cadenas y las coloco en el cuello del chico. Victoria acerco los labios a Gilberto, saco la lengua que se dividía en dos como las de una serpiente ansiosa y la rozo sobre los labios de él. La ropa de Gilberto empezó a ser removida sin ser tocada por ninguno, su chamarra se desgarro igual que su playera quedando descubierto. Su pantalón empezó a desaparecer desde la parte de abajo hasta llegar a su pelvis y el bóxer ya no estaba en su lugar, toda la ropa había desaparecido y se encontraba completamente desnudo.

Gilberto estaba extasiado ante la escena, el miedo había sido esfumado aquella noche y su única ambición era entregarse.

La luna estaba estática, el valle con una tranquilidad imparable, los únicos sonidos que se posaban entre ellos era la caída del agua de la cascada y el viento golpeando los cuerpos.

Victoria rodeo con su lengua  el pezón izquierdo de Gilberto y lo mordisqueo tranquilamente. En un canto entre el viento y el golpe del agua apretó los dientes y perforo la piel arrancando el pezón del joven.  El éxtasis y la hipnosis en el que se encontraba Gilberto no descendieron, todo lo contrario, gemía de placer. Abraham se agacho y coloco su lengua en la espalda baja  del chico oliendo, contemplando y saboreando recorrió el cuerpo de forma ascendente hasta el cuello. Ya parado nuevamente, lo rodeo en un abrazo por detrás colocando sus dedos en la apertura que tenía en el pecho donde se encontraba hace unos minutos el pezón.  Los dedos empezaron a entrar en su cuerpo y la sangre brotaba y caía por el abdomen del joven.  Victoria ayudo, tomo una daga cubierta de plata y abrió el pecho. 

El corazón de Gilberto se dejaba ver aun latiendo mientras el cuerpo desnudo se bañaba de sangre. Las manos de la chica se apoderaron del corazón arrancándolo del cuerpo y con un ligera pero aun perceptible mueca de sonrisa del joven se desvaneció en los brazos de Abraham.

El cuerpo había caído ya al suelo, Abraham y Victoria estaban mirando a la  luna con el corazón entre sus manos. Cada Luna de Sangre los dos enamorados tenían que ofrecer un corazón humano a la luna y luego comerlo. Esta era la única manera de que el hechizo para mantenerse vivos y ocultos siguiera vigente. La leyenda era cierta.

Se tomaron de la mano, y con la otra alzaron el corazón a la luna de sangre. Los labios de aquellos enamorados se postraron en un beso pasional y complicidad. Colocaron el corazón en medio y se apresuraron a comer antes de la media noche.


Richie


Comentarios

Entradas populares de este blog

El principito: un viaje a tu niño interior.

Ustedes son una rosa y son realmente bellas pero están vacías. No se puede morir por ustedes. Sin duda un transeúnte común creerá que mi rosa se parece a ustedes. Pero ella sólo es para mí más importante que todas ustedes juntas, ya que ella es la rosa a quien yo he regado. Es ella la rosa que escuché quejarse o alabarse, o aun, algunas veces, callarse. Porque, al fin de todo, ella es mi Rosa. Entrañable, milagrosa, tierna, cautivadora, revolvedora de emociones, así es está magnética obra literaria titulada “El principito” que con su lenguaje sencillo pero elegante, hace que te adentres a un mundo de amor, perdón y esperanza. Una obra llena de luz que Antoine de Saint Exupéry nos regaló para recordarnos que siempre se puede volver a creer en la vida, el milagro de todo. “El principito” a pesar de que está considerado como un libro infantil es indudable la magnificencia que tien...

Amores eternos

Creo en el amor y en toda la fuerza de voluntad que puede provocar, creo en las personas y en las cosas que pueden llegar a hacer cuando se ama. Creo en el infinito poder del amor porque a través   de él, he entendido que no tienes que entender, solo cerrar los ojos y abrazar con el alma. Referente a alguna relación amorosa con otro persona es vital crear un compromiso, tal vez no sea igual al de todos, pero es importante conocer la opinión del otro ya que esto puede generar confianza y respeto. No todo ha sido malo, no todo ha sido bueno, se ha aprendido y ha dolido. Sucedieron cambios importantes en la vida,  cambios que generaron dolor y pérdida de identidad y es que al final te das cuenta que lo único verdaderamente importante es haberte respetado y amado tal cual eres. No importa si eres  inocente, si eres tímido o poco sociable, lo único verdadero es el amor que se puede crear con el tiempo. Decir que ya no existe nada sería falso, se siente todo porq...

Te llevaré en mis Latidos

Hoy he decidido dejar un proyecto pendiente. Sé que si entraste a mi corazón y a mis latidos es porque el universo conspiró que nacieras a través de mí. Pienso regresar a ti en tres años y máximo cinco. Estoy seguro que tendré las suficientes herramientas para volver a construirte aún más fuerte e indestructible. Por ahora, es mejor separarnos por un tiempo, pero lo que sí puedo asegurar es que esto no es nuestro final. Hoy estoy organizando mi vida. Poniendo los pies sobre el suelo para no caer tan precipitadamente, para continuar y evaluando lo que hoy es el rumbo de mi vida. Eso sí, la faceta y la misión que tenemos en común no la abandonaré, las emplearé en otros proyectos que ya están en marcha, pero de que cooperare para aumentar el amor, cooperare. El archivo de nuestra historia seguirá ahí, esperando abrir para continuar. Por ahora no llevará tu nombre ni el mío, pero avanzaremos apoyando a otros proyectos ya embarcados. Te dejo un tiempo no por falta de interés, s...