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Entradas

Aquella noche de luna llena

Ese acto quedó estampado en mi cerebro. Tenía temor de ser alcanzado, de ser atrapado y arrestado. Pero no más, temor solo a eso. Para esos tiempos yo aún era muy joven, pero no estúpido.   Aquella noche de luna llena solo sentía el aire golpear mi rostro, fuerte, muy fuerte. Mi melena se alborotaba y en ocasiones no me dejaba ver por dónde íbamos. En ese momento el cielo no estaba tan oscuro, era iluminado por la luna, bella, impasible y majestuosa, esa luna de octubre que tanto impacta y enamora. Era adornada por nubes que se acercaban a ella incesantes, veloces y amenazantes a su luz.  Aquella luna estaba tan roja que parecía bañada de sangre, contemplaba una noche tranquila escondiendo infinitas verdades. A pesar de que andábamos en una motocicleta, papá iba muy rápido, como una ráfaga viviente que va pasando y desaparece en segundos por la calle. Me sostenía a él con mis brazos cruzando su cintura. Estábamos escapando.   Unos minutos antes, lejos de est...
Entradas recientes

El principito: un viaje a tu niño interior.

Ustedes son una rosa y son realmente bellas pero están vacías. No se puede morir por ustedes. Sin duda un transeúnte común creerá que mi rosa se parece a ustedes. Pero ella sólo es para mí más importante que todas ustedes juntas, ya que ella es la rosa a quien yo he regado. Es ella la rosa que escuché quejarse o alabarse, o aun, algunas veces, callarse. Porque, al fin de todo, ella es mi Rosa. Entrañable, milagrosa, tierna, cautivadora, revolvedora de emociones, así es está magnética obra literaria titulada “El principito” que con su lenguaje sencillo pero elegante, hace que te adentres a un mundo de amor, perdón y esperanza. Una obra llena de luz que Antoine de Saint Exupéry nos regaló para recordarnos que siempre se puede volver a creer en la vida, el milagro de todo. “El principito” a pesar de que está considerado como un libro infantil es indudable la magnificencia que tien...

El burócrata

Su estatus de burócrata le impedía asistir y hacer lo que socialmente estaba mal por los años noventa. Los actos homosexuales eran reprimidos y esto les hacía ir a satisfacer sus necesidades por otros rumbos lejos de la gran urbe social y moralista. Enrique era un burocrata homosexual casado con Irma por compromiso, juntos tenían dos hijos universitario. Era casi ya media noche en verano, al salir de la oficina de gobierno se dirigió al bar que frecuentaba, un lugar privado y alejado de la ciudad. En el bar, las luces tenues confabulaban con la necesidad de Enrique. Siluetas de personas se dibujaban por todo el sitio. Hombres masculinos, musculosos, afeminados, travestís, discretos, elegantes, de todo lo que siempre se podía observar. Cuando el burócrata llegaba se le colocaba en el mejor lugar, el mas cómodo en  donde pudiese observar con libertad.Se encontraba sentado en el sofá rojo con una copa de vino en la mano. Observó alrededor y solo pudo ahogar su mirada en aquel...

El chico buscado

De repente tocaron la puerta. El aire frío lograba penetrar a la cabaña por las rendijas de las ventanas. La temperatura oscilaba a -15°C y la calefacción apenas hacía su trabajo. Bernarda se levantó de la silla con tal nerviosismo que accidentalmente tiró la tasa de porcelana y el polvo dorado se espacio por el suelo, continuo su camino con dirección a la ventana junto a la puerta, jaló parte de la cortina azul aterciopelada y espió.  En el exterior la nieve cubría todo el prado  solitario, los pocos pinos que rodeaban la cabaña estaban cubiertos por copos de nieve, no había señal de personas; Bernarda sabía que se avecinaba lo que tanto había temido desde hacía 12 años. Giró la cabeza con dirección a Fabricio y con sus ojos iluminados con lagrimas pudo gritar... ¡Corre! Fabricio poco sabía, su tía siempre estuvo a cargo de el. En una noche igual de fría, Bernarda le había contado que tenía que huir siempre. Hacía dos meses que habían llegado a la cabaña, huyendo de ...

Medio día en primavera

Bajo un enorme árbol frondoso, con ese intenso verde de sus hojas, en una banca de metal color café se encontraba sentado Bruno, tan quieto, como si el aire o la vida no pudiesen moverlo. Era primavera sin duda, el sol se encontraba en el punto más fuerte del día iluminando el mundo y tan reluciente entre el cielo azul rodeado de algunas  nubes blancas como las hojas de papel.  Frente a esa banca estaba una pequeña laguna para nada profunda, tal pareciera que solo era parte del juego  de ese paisaje majestuoso de aquel lugar.  Entre sus manos,  Bruno sostenía un  libro, tal vez el escritor de ese grueso y pesado volumen había derrochado todas sus ideas en el, tan impávido e hipnotizante era la lectura que ni siquiera el canto de aquellos pájaros coloridos sobre el árbol hacían que Bruno apartara sus ojos de el. Las ramas del árbol se extendían sobre la laguna igual de impasible.  Una hoja desprendida por el suave soplido del aire empezó a desc...

Hogar de Eros: Final del primer Bloque.

La sed – Sebastián –  20:00pm Me pongo mi ropa mientras me despido de mis acompañantes de hoy.  Salgo del cubículo dejándolos  y pago la hora ocupada. Me llaman por mi nombre y yo sonrió. Es el último día que  me hago llamar Sebastián, al menos eso tengo decidido. Pienso que para terminar el día fue espléndido estar con Pedro y Gabriel. He llevado una vida bastante tranquila pero llena de pasión. Cruzo la calle y me echo a correr cuando veo mi transporte acercándose a la parada de autobús que está a una cuadra de donde estoy saliendo, subo al camión y me encuentro a mi amigo Julio. Nos saludamos y me siento junto a él. Platicamos un rato mientras el camión está detenido subiendo personas, el chiste de la tortuga gigante sale a flote. El autobús ya está avanzando pero se detiene por un pasajero que sube de prisa. Lo veo y sonrío, es Pedro. En ese momento la voz de Julio hace eco en mi mente, escucho con sorpresa y torpeza llamarlo papá. El camión avanza a ro...

Hogar de Eros: 7ta parte

                                                    El hogar – 23:45pm Un día tan común en mi existencia suelen pasar diversidad de cosas. Pagan tan solo doce pesos por hora en los cubículos de arriba y cuarenta y ocho por las cabinas privadas y aun así no reconocen el favor que les hago al resguardar sus historias de pasión. Tal vez esa es mi función y aunque suena a costumbre, se aprende a vivir con ello. Todos los días extiendo mis brazos para recibir un alma, un hambriento de amor, sediento de placer,   un cuerpo buscando el calor de otro para apaciguar la lujuria. Algunos se protegen, otros no, y aunque sea una morada para el placer, sigo siendo el sitio preferido en donde el que entre ya sabe a lo que viene. Del otro lado, en donde no hay cubículos y está el espacio, entre la tenue luz de la parte alta se reúnen las miradas, y una...

Hogar de Eros: 6ta Parte

Entrelazados – Eros – 19:07pm En una de mis habitaciones privadas tres almas están entrando para gozar su última oportunidad en el día. Pedro un hombre alto y gordo, Gabriel un joven de 17 años de edad herido por su amado Pepe y el ultimo invitado, Sebastián, un adonis natural. Al entrar aquí entregan el alma, la pasión y su historia. Sebastián cierra la puerta y le coloca la seguridad. Dentro, las sillas amarillas son apartadas por Pedro, dejando libre el cuadro que les refugia. Sus miradas se entrelazan uno a otro, timbrando el llamado a la cena. Pedro sostiene al pequeño Gabriel y le coloca un beso sobre el cuello. Sebastián se arrodilla frente al señor y aleja el cinturón, en un jalón aparta el pantalón arrojándolo hacia la puerta, mientras el bóxer queda en su lugar. Coloca los labios en él y ahora retira la prenda interior. Empieza a perderse entre el jugueteo de su lengua con el vaivén que Pedro juega ahora. Gabriel está temblando frente al señor que esta entregado ...

Hogar de Eros: 5ª Parte

La primera  vez – Gabriel – 18:03pm Estoy aquí. Ya estoy aquí. Después de varios intentos por fin me atrevo a entrar.  Hace meses me contaron sobre este sitio y en realidad no se mucho de estos ambientes. Pepe me contó sobre los lugares de encuentros celestiales, algo irónico para lo que puede llegar a significar, un lugar donde no precisamente llegas a confesar tus pecados sino todo lo contrario, pecar para luego confesar. Es mi primera vez aquí, un poco tembloroso pero creo que es algo normal tener nervios cuando algo es nuevo.  A mis escasos 17 años he vivido algunas cosas desagradables pero que me han abierto a nuevos mundos y experiencias. El nerviosismo  que tengo en este momento es por desconocer el sitio y no por la falta de encuentros. Yo he tenido experiencias, no es mi primera vez en el placer, mi trayectoria no es mucha pero tampoco es nula así que vengo preparado. Aunque mis pasos son firmes, la mayoría de los que están en la planta baja ya e...

Hogar de Eros: 4ª Parte

Privacidad en el hogar – Enrique – 12:28pm Soy el hogar y he entendido que los días aquí están llenos de éxtasis, de disfrute, y para aquellas almas aventureras le ofrezco resguardar con celo su lugar. Aquí en mis venas, un gramo de su miel, ya forma parte de mí. Mis amigos me dicen Quiquín, pero aquí soy Enrique. Desde que colocaron las cabinas privadas se puede disfrutar del sexo sin mirones y a un bajo costo. Estoy esperando a mi amigo que conocí en una tarde de sensaciones aquí mismo, después de meses sin vernos, hoy nos reencontramos para explorar el cuerpo. Cuando llega solo nos saludamos, platicamos diez minutos y empezamos con el juego del roce de la boca con la carne, no pasa más, pero en este momento nos dirigimos hacia abajo, ahí hay una puerta que te lleva justo a las cabinas privadas. Cuadro de dibujos con forma fálica  adornan las paredes, cabinas completamente cerradas, la luz logra pasar las ventanas con mayor intensidad que en la parte de arriba. ...

Hogar de Eros: 3ª Parte

Cantos al infinito – Pedro – 17:16pm Sus brazos se extienden en mi  cintura y se amarran, ejerce presión  haciéndome mover poco a poco. Un joven hermoso, un adonis natural haciéndome vibrar de placer con su lengua enroscando la suavidad de mi piel. Esta noche seguramente mi mujer estará cansada y atareada. Tener una familia no es fácil, atender a tres hijos y llevar el control de la casa es pesado para ella. Todos los viernes, como hoy, me despido de mi oficina y espero que el fin de semana sea eterno. Antes de ir a casa me entretengo en el juego de miradas y la elocuencia de los jóvenes. Soy un hombre adulto escondido con el nombre que me ha protegido: “Pedro”.  Pero eso no me quita el atraer a jóvenes deseosos de adrenalina y sensaciones. Al menos en este lugar no hace falta flores, peluches ni salidas con costos exorbitantes. Este sitio se ha convertido en un refugio para mis desahogos, un hogar para mis cantos lanzados al infinito en forma de placer. Veo ...

Hogar de Eros: 2° Parte

Un día más – Aarón – 14:53pm Ya tiene años. Tendrá como siete años aproximadamente que conozco este lugar, hoy ya no tengo timidez, se va perdiendo poco a poco con el tiempo y con las veces que llegas. Para mí, este es un mundo para venir a perder el tiempo y también para pasar un rato agradable. Siempre que llego pasa algo, jamás me voy sin hacer nada, desde lo más erótico hasta lo más morboso posible. Hoy ya son casi las tres, abro las puertas y  encuentro el mundo que anteriormente ya había conocido, solo hombres, la única mujer es la persona encargada, subo las escaleras y entre ellas esperan chavos por el placer. Observando, cómo aquél halcón esperando su presa, me preparo. Mi mirada se entrelaza con otra. Me siento en mi cubículo con mi computadora ya encendida y lo sigo observando. Deseoso de erotismo se encuentra ya frente a mí, roza con sus dedos mi piel, mi rostro y mis piernas por arriba del Jersey. En un instante todo se genera, sus labios juguetean con mi cuer...